Angee y María al final encontraron la forma para llegar al hospital.
La madre de Angee llegó de trabajar y las llevó en su coche hacía aquel lugar que tanto miedo da a algunas personas.
Llegaron y Angee sin pensárselo dos veces subió corriendo las escaleras hasta la tercera planta.María sin embargo no podía ir tan deprisa ya que aún tenía dolores de estómago.
Angee llegó a la habitación correspondiente pero no la dejaron entrar,por mucho que suplicara no podía.
Derrotada accedió a quedarse en la sala de espera.
Mientras María la consolaba.
-No puedo dejar de llorar,es por mi culpa.Si le hubiese contestado no habría pasado todo esto.-lloraba Angee.
-No digas eso,no ha sido culpa tuya.Ha sido culpa del conductor y de él por no haber mirado,por haberse puesto así.Tú no tienes la culpa.
-Sí,sí,sí y sí.
-¡¡¡Angee!!!Para ya,no ha sido tu culpa.Deja de llorar,tranquila se va a recuperar y lo vais a solucionar.
Angee seguía pensando que había pasado por su culpa aunque María la decía todo lo contrario e intentaba calmarla pero no lo conseguía.
Después de media hora el médico salió de la habitación número 216.
Las chicas y la madre de Marcos se levantaron rápidamente y se acercaron al sr.Lopez.
-¿todo va bien?-preguntó la madre de Marcos.
-Le acabamos de hacer unas pruebas,hasta mañana no sabremos los resultados.
-pero¿podéis saber si es grave?-preguntó Angee.
-Sí,y no es nada grave.Por el momento solo se ven los golpes y parece ser que todo va bien.Si así fuese,mañana por la tarde le daríamos el alta.
-Vale,gracias doctor.-dijeron las tres a la vez.
Angee y María se volvieron a sentar,la madre de Marcos entró en la habitación.
Angee quería entrar pero María la detuvo.
-Deja que esté un rato más su madre.
-Está bien,tiene derecho a verle.Ella es su madre y yo solo una amiga.-decía triste.
Un cuarto de hora después,la madre de Marcos salió del cuarto y se dirigió a las chicas.
-Yo me tengo que marchar a trabajar,si os podríais quedar hasta la hora de la comida con él;os lo agradecería.
-Claro,yo me quedaré todo el tiempo necesario.
-Gracias.
Se marchó y las dos amigas entraron a la habitación.
Angee al verle se acercó corriendo a él y le abrazó.
-Menos mal que estás bien.-decía secándose las lágrimas.
-Oye,sabes que no me gusta que llores así que no quiero que derrames ninguna lágrima y menos por mi.
Los dos sonrieron y se abrazaron.
-Perdón por haberte tratado de esa forma,lo siento muchísimo.-se disculpó Marcos.
-Acepto tus disculpas.Perdón por no contestar pero no podía,estaba duchándome y luego estudiando.-sonrío.
-No pasa nada,no sé como me pude poner así.
-Oh,que bonito¡¡¡pero ¿para mi no hay nada?-interrumpió María.
Se rieron los tres.
-Ui,pero si está aquí la pequeñaja esta.-dice Marcos.-¿qué haces aquí?
-¡¡¡No me llames así!!!-se quejó María.-Vengo hacer una visita a un amigo como buena persona que soy.
-Gracias preciosa.
-De preciosa nada,pero gracias.-sonríe.
-Ahora me echáis a mi.!Malos¡-se queja Angee.
-Mae mía.-apareció Jorge por atrás.
Todos le miraron y le saludaron con un gran abrazo.
-Ui,yo quiero más abrazos a menudo eh?-sonrío.
-Pues ahora te quedastes sin ellos.-dijo Angee.
-Ai que mala eres.-bromeaba.-Bueno,¿cómo está el grandullón de la pandi?
-Pues con dolores pero bien.
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