Capítulo 35

                     (***)
María intentaba hablar con Angee como siempre,pero al ver que no la contestaba estaba preocupada.
Ella se levantó del sofá de su salón donde estaba junto a su madre y se fue a casa de Angee.
La madre de Angee la abrió preocupada y la dijo que fuese a animar a su hija.
Ella encantada de ayudar se dirigió al cuarto de su mejor amiga y la escuchó llorar,llamó a la puerta.
-Hola petita,deja de llorar y ábreme.
Se abrió la puerta y la abrazó,se sentaron a hablar.
Al principio María no la entendía ya que hablaba entre sollozos,pero más tarde las lágrimas se la acabaron y se lo contó.
-Cálmate,y cuéntamelo todo.No te entendí mucho.
Angee se tranquilizó y le contó todo.
-Vaya tela,Marcos se habrá ido furioso.
-Sí.La cagué,la metí hasta el fondo.
-¿dónde tienes tu móvil?
-En la mesa.¿por qué?
-Tú dejame a mi.
María se levantó a por el móvil,buscó el chat de was con Blas y le habló.
Angee:Hola tato.
Blas:No me llames tato.
Angee:Por?
Blas:Porque me vas a perder.
Angee:Vale -_-
Blas:No pongas esas caras.
Angee:Pues no hagas tonterías.
Blas:No son tonterías.
Angee:Sí lo son y no digas que no.
Blas:Pues lo voy a decir,sí que son tonterías.
Angee:Vale,que te den.Si vas a estar así conmigo habría sido mejor no haberme desbloqueado.
Blas:por?
Angee:Porque no me gusta que estés así de borde.
Blas no volvió a contestar.
-¿qué has puesto?-preguntó Angee.
-Miralo tú misma.-le tendió el móvil.
Angee le agradeció a su mejor amiga lo que estaba haciendo por ella.
-Si alguna vez te habla tú dímelo.
-Vale.-sonrío.
Hablaron un poco.
-Venga levanta esa carita.
-No puedo.
-Yo sé que puedes,si tu hermano lo ha conseguido una vez lo puede volver a hacer.Vamos a buscarle.
La cogió de la mano y fueron al dormitorio de David.
-Hola David,¿puedes levantarla el ánimo?
-Claro,tú dejamelo a mi.
David la cogió de la mano,puso la música y empezó a cantar la canción del otro día.
Angee sonrió un poco,pero aún no lo consiguió del todo.
-Anímate tú también a bailar.-dijo David a María.
Puso de nuevo la canción y la enseñó los pasos.
A María algunos no le salían y eso hacía que Angee se riera.
Cuando ya aprendió todo los tres empezaron a cantar y bailar.
Angee al fin sonrió de verdad.